Miércoles 18 de Abril de 1917…
No, no me estoy equivocando ni es una errata. Es la fecha de la revista de la que he extraído los anuncios para el post de hoy. Un ejemplar de Mundo Gráfico, una joya que encontré en una de las librerías de la Cuesta del Moyano, junto con otras revistas de época, por sólo 1€. Huele a añejo, a cerrado, a misterio. Sus hojas se desprenden y algunas se empiezan a desintegrar. 100 años al fin y al cabo nos pasan factura a todos.

¿De qué trataba esta revista?
Mundo Gráfico fue una revista de Madrid que se publicó semanalmente en el periodo de entrerepúblicas-dictaduras-preguerras: desde el 2 de enero de 1911 hasta 29 de junio de 1938. Como revista, los temas que trataban eran variopintos: noticias, crónica social, política… todo ello aderezado con fotografías misceláneas que en ocasiones no parecen tener mucha relación entre sí. No puede faltar la sección de humor y múltiples, múltiples anuncios, que es al tema que tratamos en este post.

Los inicios de la publicidad
¡Ay el papel! Antes que la radio, la televisión y eso tan nuevo que es internet, el medio que se usaba para ponerse al día era la prensa escrita. Y no era el único uso de los periódicos, hubo bastante tiempo en el que se utilizaba como papel higiénico. (Intentaros limpiar con un Ipad ya veréis qué risa) Me pregunto cuántas de estas noticias y anuncios acabaron en la alcantarilla.

Anuncios vetustos
Lo que predominaba en la época eran los anuncios de salud y belleza. Vamos, igual que la publicidad de hoy en día… la única diferencia: la ausencia de anuncios de coches o de smartphones, las imágenes a todo color y que todos son fácilmente comprensibles. Pensad en los anuncios de colonia que podemos ver en televisión hoy en día: no hay quien los entienda. Aquí podemos encontrar un frasco de colonia y un texto claro, no una paloma sobre una puesta de sol.
En base a los medios y los presupuestos de los anunciantes podías encontrarte con anuncios modestos, que ocupan poco espacio, algunos sólo formados con textos y otros acompañados con ilustraciones más o menos decentes. A medida que hay más recursos esto se traduce en anuncios a media página o a página completa con ilustraciones muy trabajadas e incluso con fotografías.

La mayoría de estos espacios publicitarios tienen una cosa en común: Al ser en blanco y negro (lo único en color son la portada y contraportada y alguna página coloreada) competir con otros anuncios podía ser algo muy complicado, por ello tenían que resultar visualmente muy atractivos para llamar la atención del lector.

¿Cómo hacían para destacar entre tantos anuncios?
Para atraer la atención de los lectores, el diseño en blanco y negro se ayudaba de varios recursos:
- Enmarcar los anuncios: con recuadros, líneas o cenefas, con más o menos grosor. En ocasiones puede resultar tosco o simple, pero es efectivo.
- Tipografías: jugar con los tamaños, las negritas, mayúsculas o tipografías más llamativas.
- Espacio negativo: Invertir los colores hace que resalte el anuncio… mientras haya pocos anuncios usando esta misma técnica.
- Elementos gráficos: fotos, ilustraciones. No hace falta decir mucho: la mirada se va de forma natural a ello, aunque no sea la mejor ilustración del mundo.

Maravillosa amalgama comercial
Lo que hace un siglo eran cosas cotidianas y mundanas se me antojan pequeñas obras de arte. Las tipografías e ilustraciones transportan a otros tiempos más sencillos. Esta revista me inspira: me dan ganas de crear algo con esos estilos, de transformar sus hojas en marcapáginas, en papel para empapelar, para hacer packaging, bonitos regalos, para realizar maravillosos collages… pero seguro que no lo haré porque me parece que así es una joya que tengo que mantener hasta que las hojas se deshagan.

Para los más nostálgicos o curiosos podéis pasearos por la Cuesta del Moyano o librerías especializadas a buscarlos o si preferís leer los ejemplares online podéis descargarlos en este enlace: http://hemerotecadigital.bne.es
Eso sí, os perdéis el olor a hojas de pasta de esparto vetustas y ese aire de misterio.

