Los tiempos evolucionan de forma cada vez más frenética y tendemos cada vez más a lo digital, pero si hay algo que no pasa de moda en el mundo del emprendimiento son las tarjetas. En este post comentamos por qué son algo imprescindible en el mundo de la empresa y los negocios, así como formas con las que destacar con tarjetas llamativas para que nuestros potenciales clientes/contactos nos recuerden.
Si eres un emprendedor, o trabajas en una empresa estarás acostumbrado al casi obligatorio intercambio de tarjetas. En eventos de networking en los que se conoce a muchos contactos o incluso reuniones casuales es indispensable ir siempre con tarjetas en el bolsillo, porque nunca sabes dónde puedes conocer a tu futuro cliente.

¿Tarjetas básicas… o algo más complejas?
Una tarjeta es una presentación y las primeras impresiones son las que cuentan, por eso, al igual que nosotros no nos descuidamos al presentarnos, deberíamos tener una tarjeta acorde a nosotros, a nuestro proyecto y al potencial receptor. En principio no hace falta que sea muy elaborada, algo básico es que nuestra información esté correcta, sea legible y tenga un estilo sencillo, no recargado.
Eso es, como decimos, lo básico. Si al presentarte has resultado interesante, que la tarjeta sea más o menos elaborada no es tan importante. Parece sencillo pero a veces se falla en lo más elemental: las tarjetas no valen tanto como para que, si tienes una errata o cambias alguno de los datos no puedas renovarlas (ahí llega el temido tachar a boli… aunque eso es mejor que no dar la tarjeta y perder el contacto) O peor: personas que, para ahorrarse unos euros contrata servicios de imprenta que en una de las caras a modo de anuncio pone sus propios datos a modo de publicidad. La persona que la recibe pensará entonces que somos un poco tacaños y poco profesionales. Repetimos: No cuesta tanto hacer unas nuevas tarjetas.

Tarjetas básicas para Hubtalent. Nuestros precios son muy competitivos, dependiendo del diseño y el tipo de impresión y materiales. Las tarifa básica incluye impresión de 250 tarjetas a dos caras en color: 29,00€ (+IVA) Maquetación, diseño y artes finales desde 50€(+IVA)
Pero si queremos ser inolvidables… ahí tenemos que trabajarlo un poco más para destacar. Hay dos formas: una por el propio diseño u originalidad (en los textos, por ejemplo: un abogado que como subtítulo ponga “me gustan los problemas”) y otra por los materiales o acabados: por ejemplo sellos para crear las tarjetas de forma artesanal, el uso de tintas especiales como las UVI, dorados, plateados, plastificados… los hendidos y troquelados (si tenemos una panadería una tarjeta con forma de barra de pan sería muy llamativo y memorable). Todo ello para conseguir un plus, que la gente hable de tus tarjetas e incluso las comparta y así llegues a más clientes potenciales.
Unos ejemplos de tarjetas, fuentes: Bored Panda, Izismile, también podéis gozarlo en este tablón de Pinterest.
Lo Offline no tiene porqué llevarse mal con lo Online
Ya creamos un post hace un tiempo acerca de las ventajas de los códigos QR. En él mostrábamos que una tarjeta puede ser un puente de lo físico a lo digital ya que con esos códigos podemos incluir mas información y se pueden enlazar a páginas web, a nuestro currículum, a nuestros datos, a información multimedia (vídeos o presentaciones…) es decir, tenemos a nuestro alcance miles de posibilidades y aplicaciones, siempre atendiendo a lo que queramos transmitir/mostrar.

Con los QR siempre hay que cuidar el diseño, porque son «muy duros» visualmente y ponerlos tal cual puede influenciar de forma negativa al diseño, por eso hay que integrarlo de forma orgánica, como en estas tarjetas que creamos para TheBigCrewChange.
¿Tarjetas o flyer?
La tarjeta es algo básico cuando emprendemos, pero claro, como comentábamos al principio, si nuestra tarjeta es insulsa o ilegible, tal vez no demos la buena impresión que nos merecermos… y causemos una reacción contraria a la esperada.
El tamaño tarjeta, que cabe en cualquier sitio es el ideal, porque puede guardarse en carteras, billeteros, bolsillos… pero a veces es interesante el arriesgar un poco con un formato un poco más grande, por ejemplo un flyer A6 (un cuarto de folio). Puede hacerse, por ejemplo, para mostrar y enumerar los servicios que ofrecemos o parte del catálogo de que disponemos (sin olvidarnos de cuidar la parte gráfica e incluir datos de contacto, página web, etc…)
Es arriesgado pero a veces funciona. En mi anterior proyecto, TiselDesign, creé un flyer similar a un plano de metro. La idea era impactar y conseguir trabajo, porque era un CV con formato muy original. Aunque algo más grande que las tarjetas normales, por lo general llamaba la atención por el diseño y la gente lo guardaba por eso… y me recordaban. Además para los que no tenían mucho sitio para guardarlo el plano venía con una tarjetita más pequeña estilo ticket de metro de Madrid -esas que ya no se usan, tan míticas, de cartón-. Así que se adaptaba a todos los gustos. Además la forma de romper hielo con una carta de presentación tan original era tan sencillo que hacía más fácil el networking. Conseguí varias entrevistas y muchos contactos que tras años, se acordaban de mi plano de metro.

El plano del metro supuso un antes y un después. No conseguí un contrato de trabajo pero sí muchos contactos y clientes que me permitieron emprender y evolucionar hacia lo que sería Agencia de Ideas.
En definitiva: vayamos a lo más básico o a lo más complejo, si somos emprendedores no deberíamos salir de casa sin tarjetas… porque nunca sabemos dónde podemos encontrar a nuestro cliente potencial.